Este post está escrito por Marta Falcón, alumna de la primera edición de #ChangeManagers.
Uno no sabe a ciencia cierta por qué. Pero lo sabe. Sabe que es un #ChangeManager.
Lo que pasa es que es difícil poner palabras a veces, para explicar qué es lo que te hace ser un verdadero agente del cambio.
Sea en la organización a la que perteneces, en la start up que estás montando, o en tu asociación de vecinos; siempre tienes esa actitud de querer cambiar las cosas.
De mejorar.
De evolucionar.
Pero me he dado cuenta, de que dentro de lo amplio que suena eso, los verdaderos Change Managers tenemos unos cuantos factores en común que nos hace… Digamos, “especiales”. Diferentes. Y de eso va este post.
Retamos al status quo
Creo que esta es la primera y la clave por excelencia: los Change Managers no nos conformamos con “lo que hay”. No creemos que, solo porque las cosas se hayan hecho siempre de una determinada manera, tengan que seguir haciéndose igual. No seguimos la inercia.
Retamos.
Para nosotros, cambiar las organizaciones y la sociedad, es EL desafío. Creemos que el cambio ya está aquí y que las empresas no solo tienen que apoyarlo, sino también empujarlo.
Experimentamos
Nos gusta probar cosas, innovar. Pero también sabemos que hay movimientos arriesgados. Por eso pasamos de crear una única solución, lanzarla y cruzar los dedos. Antes de eso, hay muchos experimentos (controlados) que hacer, parámetros que medir, y datos que recoger para mejorar nuestra propuesta y adaptarla al máximo al reto que estamos abordando.
Por ello, somos muy amigos de “el fallo”. Porque es justo ahí donde recogemos la información más valiosa para mejorar.
Somos ágiles
No buscamos acertar a la primera, sino avanzar. Eso de “mejor hecho que perfecto” nos encaja… ¡a la perfección!
Prototipar algo, poner un plazo de tiempo para probarlo, hacer muchos experimentos, aprender… Y seguir avanzando. Mejor tener algo en 2 semanas que un súper proyecto desarrollado (que no sabes si va a funcionar) en un año. Pero no solo somos ágiles, haciendo, sino también aprendiendo y reenfocando.
Somos ágiles, como el tiempo en el que vivimos.
Colaboramos
Esto diría que es innegociable. No hay nada tan potente en el cambio que estamos viviendo que el potencial de las personas. Trabajar en red, crear equipos multidisciplinares y autogestionados y avanzar tras objetivos comunes. Antes toda la energía estaba centrada en el servicio/producto. Ahora, debemos centrarla más en las personas y sus necesidades… Y nosotros trabajamos para que así sea.
Bailamos con la incertidumbre
Todo va demasiado rápido… Y lo sabemos. Por eso fomentamos la flexibilidad, que es una característica indispensable para ir adaptándose y buscando oportunidades en lo que está por venir.
Promovemos esas formas de trabajo ágiles, para desarrollar los proyectos, mano a mano con esta incertidumbre, con la que hemos aprendido a llevarnos bien. Además, tenemos el foco puesto en soluciones a largo plazo, en un cambio duradero, y no en acciones cortoplacistas, que son más características de las organizaciones verticales, en las cuales no se toman decisiones en equipo.
En definitiva… Creemos en el cambio más que nunca.
Creemos que, ahora mismo, no hay otra forma de hacer las cosas. Que hay muchas oportunidades que aprovechar. En un mundo que es más incierto y volátil que nunca, en el que ha habido una crisis que ha barrido con todo y en el que la información es más valiosa que nunca. Ahora, ya no nos vale la forma de pensar ni de trabajar de antes. Tenemos que crear, entre todos, una nueva.
Y es aquí, donde los #ChangeManagers aportamos lo mejor de nosotros para conseguirlo.
¿Te apuntas al movimiento?