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3 claves para comenzar a experimentar

Enfrentémoslo: experimentar da miedo. 

Desde las cosas que pueden salir mal, los costos en los que podemos incurrir, los stakeholders a los que tendremos que alinear hasta las expectativas que no quisiéramos decepcionar, hay muchos factores que hacen que no sea nuestra actividad favorita.

Sin embargo, en nuestro trabajo como Product Managers es común toparnos con decisiones importantes que no cuentan con una base sólida de datos o aprendizajes reales, que frecuentemente nos llevan a la pesadilla de replantear todo casi desde cero y nos impiden llegar a nuestro objetivo de entregar valor. 

En esos casos, si hubiéramos ejecutado experimentos a tiempo y frecuentemente, podríamos haberlo hecho mejor. Así que, ¿por qué no perder el miedo a hacerlo, y hacerlo más a menudo?

El equipo de The Hero Camp hizo una sesión de Experimentación para equipos de Producto avanzados a partir de la cual escribí este post, donde hablaremos de las 3 claves para perder el miedo a experimentar, y empezar a hacerlo como un Product Hero. 

1. Experimentar es un ciclo

Experimentar es un ciclo donde tomamos una acción con un resultado en mente, y evaluar qué tan bien o mal nos acerca a él para decidir si la repetimos o no. Una vez decidamos, escogemos otra acción para volver a comenzar un ciclo de crear, medir y aprender:

método científico

Así, el framework de experimentación es bastante sencillo:

  1. Identifica y prioriza tus hipótesis: estos son los supuestos de las acciones que te pueden llevar a los resultados que buscas. 
  2. Dependiendo de la hipótesis, diseña una solución lo más sencilla posible que te permita aprender o desbloquear información relevante para seguir adelante.
  3. Diseña la manera en la que vas a medir el impacto de esa solución, para saber si continúas o no.
  4. Analiza, aprende qué está pasando, saca conclusiones, y toma una decisión.

Un experimento no tiene por qué necesariamente ser complejo ni costoso, e idealmente formularemos las hipótesis de la forma más sencilla posible que nos permita validar o desmentir supuestos y así seguir tomando decisiones para avanzar con nuestros productos.

 

2. Encontrar dónde podemos aportar más valor

Como Product Managers debemos estar en la capacidad de saber siempre en qué fase se encuentra nuestro producto, para saber en dónde podemos aportar valor, y dónde tenemos que poner foco. 

Aplicando el ciclo de experimentación del primer punto en cada fase, podemos desbloquear aprendizajes que nos ayudarán a pasar a la fase siguiente. 

  • En la fase de Customer & Need discovery nuestro producto se encuentra aún en las etapas tempranas de lanzamiento, donde debemos poner foco a quién es el cliente, cómo es, cuáles son los jobs to be done o los pain points más importantes. Se trata de identificar las necesidades que tiene nuestro cliente con claridad. 
  • Una vez validado esto, en la fase de Problem – Solution fit ya tendremos un panorama claro del problema principal, y debemos aprender cuál es la solución que minimiza ese problema que hemos identificado. 
  • Luego entramos a una etapa de Product – Market fit, donde queremos validar que estamos aportando valor, y queremos evaluar si nuestro cliente está dispuesto a pagar por nuestro producto. Si es el caso, puede que incluso lo estemos haciendo mejor que la competencia.
  • Finalmente llegamos a la etapa de Product – Channel fit & conversion funnel optimization, donde nuestro foco estará en identificar KPIs específicos en el funnel, y a través de la experimentación intentar moverlos y comprender los resultados para obtener mejoras. 

 

3. La velocidad importa

Al realizar nuestros ejercicios de priorización, debemos tener claro qué tanto cada hipótesis puede poner en riesgo que todo funcione (o no) como lo esperamos. 

Para facilitar la elección de las hipótesis prioritarias con las que queramos experimentar, podemos mapear cuán desconocida es la información que tenemos al respecto, vs. qué tan arriesgada es la hipótesis. Si a esto incluimos el criterio de escoger cuáles son las más críticas, o que se pueden validar con mayor rapidez, tenemos una forma sencilla de seleccionar las que probaremos primero:

Por eso, validar de forma temprana las hipótesis que tengamos sobre nuestros productos usando la mínima cantidad de recursos posible nos ayudará a refinar una idea inicial que tengamos, que se irá transformando a lo largo del tiempo. 

Conclusión

La experimentación es encontrar la relación entre las acciones que tomamos y los resultados que se producen, aplicando el sencillo ciclo de crear, medir y aprender. 

En nuestro trabajo como Product Managers, estaremos en constante aprendizaje, lanzando cosas al mercado preferiblemente de una manera rápida para tomar nuestras decisiones con base en los datos que nos dan nuestros experimentos, que estarán enfocados a diferentes prioridades según la fase en la que se encuentren nuestros productos. 

Así, más que algo a temer, la experimentación se convertirá en nuestro aliado al ser una habilidad esencial que nos permitirá desempeñarnos mejor en contextos de alta incertidumbre.

Autora: Jenniffer Camacho, fellow researcher de The Hero Camp

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