Seamos claros, la seniority no se aprende, se adquiere. Y aunque a menudo se asocia ser senior con los años de experiencia no tiene por qué haber una relación directa aunque sí puede ser una variable a tener en cuenta.
¿Qué define entonces a un Senior Product Manager? Se trata de haber adquirido una cierta actitud y mentalidad con respecto a cómo se afrontan las situaciones, así como un profundo conocimiento sobre el ámbito de producto. Todo ello acompañado de ciertas habilidades que le ayudarán a moverse de una forma más productiva dentro de la organización.
Proactividad
Un Senior Product Manager no deja que los problemas vayan a él sino que da un paso al frente para buscar la forma de resolverlos.
No significa que sea quien los tenga que resolver en primera persona del singular, sino que lo hace suyo y busca la mejor forma de solucionarlo. Busca quién puede dar las mejores soluciones y coordina a los implicados para aplicar la mejor solución. Todo ello sin limitarse a su squad del producto actual en el que está participando, sino abriendo su perspectiva a toda la organización y teniendo en cuenta a todos los stakeholders que puedan estar implicados y puedan ayudar a la resolución del problema.
La proactividad permite coger los problemas un poco antes de que se puedan convertir en problemas graves lo que permite una reacción con menor riesgo.
Autonomía
Cuando a una persona no tienes ni que decirle lo que tiene que hacer, se nota que estás frente a alguien con experiencia, con seniority.
Un Senior Product Manager no sólo se adelanta a los problemas que puedan surgir en su producto, sino que, escuchando los objetivos de la organización, los deseos de los stakeholders lo lleva al producto para satisfacer las necesidades de los clientes y así alcanzar los objetivos de negocio.
No sólo no hace falta decirle el cómo, sino que a menudo un senior propone el qué.
Empatía
Para poder adelantarse a los problemas hay que estar atento a las necesidades de los stakeholders y los clientes y para poder conectarlos con el producto hay que tener mucha empatía.
El día a día de un Product Manager se desarrolla escuchando a muchas partes con peticiones muy dispares. La empatía de un senior que explora y entiende las razones últimos de cada petición, conectando con las necesidades más básicas, le permiten escuchar en otro nivel y encontrar puntos de encuentro para llegar a las mejores soluciones que cubran las necesidades de todos los implicados.
El trabajo del Product Manager no es sólo escuchar lo que piden los stakeholders y los clientes, sino profundizar en las raíces de las peticiones para entender las necesidades.
Comunicación
Creo que la habilidad de comunicarse efectivamente no es algo sólo que aplique a los Senior Product Manager si no a cualquier profesional que aspire a avanzar en su carrera.
Esta habilidad a menudo se ha asociado con la elocuencia, con esa capacidad de exponer una propuesta, manejar el lenguaje verbal y no verbal. Y sí, eso es así, pero no sólo eso. Un Senior Product Manager saber cuándo decir algo, cuándo no decirlo, cómo expresarlo en función del interlocutor, qué medios son mejores para que el mensaje llegue a quien tiene que recibirlo.
Y no sólo en una sentido, la comunicación es un proceso bidireccional que consiste también en escuchar, más allá de la escucha biológica, a través de preguntas aclaratorias, reformulaciones, hacer resumen de lo que se está entendiendo y “traducir” entre dos interlocutores que no se están entendiendo.
Ser Product Manager tiene una fuerte componente relacional y, por lo tanto, de conexión con las personas, sobre todo cuando se está mentorizando a otros Product Managers.
Visión holística
El batir de alas de una mariposa en mi producto puede tambalear la estrategia de toda mi organización.
Un Senior Product Manager tiene la capacidad de mirar más allá de su producto y levantar la cabeza por encima de su monitor y valorar qué impacto están teniendo las decisiones que se están tomando, tanto en su producto como en los del resto de la compañía. Esta conciencia permite tener una visión más sistémica del funcionamiento de las organizaciones y aprender a priorizar pensando más en el todo que en las partes.
Esta visión permite que un Product Manager priorice temas que, a priori, pueden ir en contra de los objetivos de su producto pero a favor de los objetivos de todos los demás.
Experto en producto
Aunque pueda parecer obvio, un Senior Product Manager es experto en las herramientas de gestión de productos así como de las tendencias que surgen.
Conoce cómo funciona el mundo de producto en muchas de sus dimensiones: tipo de producto, modelo de negocio, mercado, momento del producto y tecnologías. Eso le permite deconstruir las herramientas y las metodologías para usar en cada momento lo que sabe que funcionará evaluando las variables que tiene delante.
Un Senior Prorduct Manager conoce las reglas, las aplica cuando son necesarias aplicarlas tal cual, entendiendo el fin a conseguir pero más importante, sabe cuándo saltárselas en beneficio de conseguir los objetivos sin descuidar los posibles daños colaterales.
¿Cómo llegar a ser Senior Product Manager?
Lo primero de todo es que no pares de formarte (claro, somos una escuela, qué podía decir). Pero no sólo.
Si estás dando tus primeros pasos como Product Manager no tengas miedo a meterte en todos los berenjenales que se te presenten, allá donde están los problemas es donde surgen los mayores aprendizajes. Pégate a los que saben, escucha con atención pero no sólo lo que se dice, sino lo que está entre líneas. Pregúntate por qué deciden lo que deciden, qué saben ellos que tú no sabes, qué ven ellos que tú no ves. La diferencia entre un Senior Product Manager y un Junior Product Manager es que el primero sabe lo que no sabe y busca la mejor forma de aprenderlo.
Y no te olvides que Product Manager es una carrera profesional así que ten paciencia y valora lo que vayas avanzando.
