Skip to main content

Tabita Luis Head of People and Culture at Too Good To Go, y ex Head of People & Culture de Lingokids nos cuenta que hizo para lograr ocupar esa posición en dos de las startup con más crecimiento de los último años

3 cosas que me ayudaron a convertirme en People & Culture Manager

Siendo este un año atípico y de mucha transformación a todos los niveles, he querido mirar un poco hacia atrás y hacer una reflexión sobre esos puntos que me han traído hasta lo que considero el mejor momento de mi carrera para mí, el “sweet spot” donde mi rol, misión y equipo parecen estar en el lugar que siempre soñé

Esta reflexión la hice fundamentalmente para mí, pero luego pensé que quizás compartir esas reflexiones puede ser de ayuda para algún colega que esté pasando por un proceso similar y quiera convertirse en People & Culture Manager

Como en aquel famoso discurso de Steve Jobs, en algunos momentos de mi carrera he mirado hacia atrás y he visto cómo algunos acontecimientos (puntos) conectaban, construyendo el camino hacia lo que profesionalmente he conseguido ser, aunque en el momento del acontecimiento fuera incapaz de visualizar claramente hacia dónde estaba avanzando… o si quiera, que avanzaba. 

Son muchas las cosas que me han llevado a vivir en 4 países, servir de líder para equipos de hasta 10 personas, sentarme en la mesa directiva y tomar decisiones que impactaron plantillas de hasta 250.000 personas y, más recientemente, darme lo que considero es el “lujo” de dirigir mi carrera hacia proyectos con los que me siento plenamente identificada y puedo ser yo misma. Pero estas 3 cosas son, quizás, las más importantes:

TENER MENTORES

A veces un profesor, otras algún gerente de un área de negocio y alguna vez para mi fortuna, mi propia jefa… siempre he tenido cerca alguien senior y con expertise en gestión de talento que me ha servido de inspiración para esforzarme en hacer mejor las cosas, ha compartido sus conocimientos de manera desinteresada y didáctica, y me ha brindado un espacio donde llevar mis preocupaciones y dilemas, para resolverlos con su ayuda pero encontrando mi propia forma y camino. Compartir y dejarte inspirar por alguien que posiblemente ya se ha enfrentado con éxito a las cosas que tú hoy te enfrentas, y que además comparte sus aprendizajes contigo NO TIENE PRECIO. Si tuviera que elegir lo que más me ha ayudado a llegar donde estoy, sin duda es esto: tener siempre a mi lado mentores que me han retado y ayudado a ser mejor cada día. Si no tienes al menos una persona cercana de la que puedas decir “me gustaría ser tan buen líder/profesional como X” yo comenzaría por buscarla.

APRENDER, APRENDER Y SEGUIR APRENDIENDO, SIEMPRE

La curiosidad esa que dicen que mató al gato, a mi me ha servido para nutrir mi camino de diferentes disciplinas y convertirme en una People & Culture Manager. A lo largo de mi carrera siempre me he manejado con curiosidad por los negocios y las industrias donde he trabajado. Al entrar en tech, por ejemplo, me he preocupado por aprender sobre programación y el “mundillo” de los programadores. Devoré incontables libros sobre lenguaje tecnológico “for dummies”, me abrí una cuenta de twitter (red social predilecta de los techies) y hasta me apunté a jornadas intensivas para aprender lo básico sobre programación web. El nivel de empatía se dispara 10x cuando pasamos del discurso a la acción. Más aún, gracias a mi curiosidad descubrí que algunas prácticas/disciplinas como Agile o Design Thinking, pueden aplicarse a los procesos de People y hacerlos evolucionar de maneras que creo pocos profesionales nos habíamos imaginado. Mantener una actitud de curiosidad y aprendizaje también me ha ayudado a ser humilde, pues de todas las situaciones y personas con las que me he cruzado siempre he podido aprender algo valioso para mi desarrollo profesional y personal. Si aún no te consideras capaz de extraer un aprendizaje o algo valioso de cada circunstancia y persona, yo la pondría como prioridad número uno en mi plan de desarrollo.

CONFIAR, PERO NO CIEGAMENTE

Con esto me refiero a que siempre he confiado en mis capacidades y he tenido la fortaleza para sentirme segura de mí misma, pudiendo transmitirlo a otros con mi trabajo… pero no confío simplemente porque sí. Esa confianza viene de la certeza de dar lo mejor de mí en cada momento, y eso es lo mejor que cualquier ser humano puede hacer. Dar lo mejor de uno en cada momento, en términos prácticos, significa prepararse, leer y estudiar (¡mucho!), compartir con otros, ir a foros, participar de formaciones innovadoras y estar siempre atentos a cualquier novedad dentro de la disciplina. También significa implicarse, interesarse y experimentar el trabajo no solo como lo que consigue pagar las cuentas al final de cada mes (que es lo fundamental, por supuesto) sino también como una actividad que llena de sentido nuestras vidas, a la que dedicamos tiempo y esfuerzo y con la que cumplimos un rol importantísimo de aportar algo positivo a la sociedad en la que vivimos. Para ser un líder en cualquier disciplina y abrir camino a quienes vienen detrás, es REQUISITO INDISPENSABLE sentir pasión por la profesión, implicarse y dejar el listón más alto de lo que lo encontramos. Si no encuentras satisfacción en ser cada día un mejor profesional, hacer cada día mejor tu trabajo y reconocer la importancia que tiene lo que haces en la vida de otras personas, esta sería la tercera cosa en la que pondría mis energías: encontrar un sentido en lo que hago.

En un año tan especial como este, cualquier decisión que tomes para mejorar en cualquiera de esos tres puntos sin duda, te llevará más cerca de convertirte en un People & Culture Manager como mi caso, o cualquier otro rol/compañía o equipo que para tí sea ese “sweet spot” que para cada uno es diferente, pero que todos tenemos y podemos permitirnos el lujo de conseguir.

Escribir un comentario