Suele pasar, que queremos cambiar algo, y no sabemos por dónde empezar. Porque es complejo (que no complicado) y porque son muchos factores los que tenemos que tener en cuenta.
Lo que parece que sí está claro, es que hay unas habilidades imprescindibles a desarrollar para que este cambio suceda con éxito. Y ésto es aplicable a cualquier organización antes y durante ese proceso.
Al final, las organizaciones estás formadas por personas, y si esas personas mejoran en estas soft skills, a la hora de iniciar y mantener ese cambio todo será mucho más fluído.
Aquí van algunas de ellas.
Trabajo en equipo
Sí, lo hemos dicho muchas veces, pero es que es fundamental. Nadie menosprecia el trabajo individual, pero sin la colaboración del resto de compañeros (a ser posible, de perfiles multidisciplinares) vamos a tocar techo muy pronto.
Alinear y cohesionar el equipo de trabajo es importantísimo para que todo funcione y sea ágil. Esto, en proyectos de cualquier naturaleza, pero mucho más, dentro de un proceso de cambio.
Por aquí tienes una herramienta muy interesante que se llama IDOAART para que puedas apoyarte en ella a la hora de tener una primera conversación en la que puedas alinear al equipo bajo unos mismos objetivos y criterios… Pero, en general, cualquier cosa que os sirva para poneros de acuerdo y remar en la misma dirección, es válida.
Otra cosa importante a la hora de desarrollar esta habilidad, es crear cuanto antes un marco de trabajo basado en la confianza, la transparencia y la honestidad, donde todos los integrantes del grupo puedan comunicarse abiertamente.
Resolución creativa de problemas
Muchas veces nos centramos demasiado en la estrategia y en ejecutarla, más o menos como sabemos que puede funcionar. Mejor dicho, como suponemos que va a funcionar.
En estos casos, si queremos de verdad hacer las cosas de forma diferente, tenemos que abordar los problemas y retos, desde otras perspectivas. Para ello, debemos aprender, por un lado, a ser resolutivos y, por otro, a buscar soluciones que rompan con todo lo anterior, que propongan algo que sea novedoso, pero que siga estando centrado en las personas y en sus necesidades.
Esto aplica tanto al trabajo que se haga de forma individual, como al que hagamos en equipo. Ya sabes, especialmente con este último.
Pero la metodología de Design Sprint (otra herramienta que no está de más que se implemente también), valora mucho equilibrar el trabajo individual con el de equipo y potenciar lo mejor de los 2 mundos.
En general, conviene hacer ejercicios que rompan la mente, para luego ahondar en esa búsqueda de soluciones, tras resultados que tengan sentido y cumplan con los criterios iniciales.
Autoliderazgo
No podemos olvidarnos de la parte más imprescindible: las personas. Claro que estamos hablando de habilidades que (evidentemente) desarrollan los equipos, pero hay un trabajo, más personal, que trata de conocer qué se te da bien y que es lo que te mueve para sacar adelante los distintos proyectos.
Conocer que competencias debes mejorar, cómo te comunicas y cómo podrías evolucionar en este sentido, cómo generar nuevos hábitos que creen un impacto positivo en tu vida y, por lo tanto, en tu trabajo… Son cosas que también debemos pararnos a reflexionar para seguir creciendo como profesionales que, de verdad, puedan aportar dentro de las organizaciones.
Herramientas, habilidades en equipo y tus propias competencias, son 3 pilares fundamentales en los que hemos reflexionado en The Hero Camp. No creemos que el cambio organizacional sea posible si alguna de estas 3 patas falla por completo.
Si las personas no se sienten integradas, escuchadas y en un espacio creativo y abierto a nuevas posibilidades… Todo se hace cuesta arriba.
Si quieres saber más de estos 3 pilares, de ésto (y mucho más) trata nuestro curso de Change Makers, donde te enseñamos las competencias y herramientas fundamentales que te ayudarán a liderar un proceso de cambio dentro de tu equipo u organización.
El cambio nunca antes había sido tan importante como ahora.
