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Estamos programados para hacer las cosas de forma repetitiva y rutinaria. O al menos eso dicen los últimos estudios sobre comportamiento humano.

Según estos estudios el cerebro humano está diseñado para minimizar la actividad cerebral y reservarla para aquellos momentos en los que de verdad es necesaria. Si no fuera así, dicen estos estudios, el cerebro se muscularía y aumentaría tanto de tamaño que llegaría incluso a dificultar los partos. Wow!!

Para conseguir reducir la actividad cerebral el cerebro crea rutinas, que se activan de forma automática cuando se enfrenta a actividades repetitivas. Esto es muy positivo. Y si no imaginad lo que supondría tener que aprender a andar cada día al levantarnos.

Pero entonces, ¿cuándo se activa el cerebro? Pues en general sólo en aquellos casos en los que tenemos delante nuevos retos o necesitamos introducir alguna innovación.

Lo que no resulta tan prometedor es que el ser humano tiende, de forma natural, a abusar de estas rutinas, reduciendo quizás demasiado la actividad y cayendo en monotonía o inercia.

Llamamos inercia a hacer lo mismo que la hora anterior, la semana anterior y el año anterior… ¿Os suena? ¿Os pasa también a vosotros?

Sí, de forma natural ponemos mucha resistencia al cambio. Y no es algo aislado. Nos pasa en todos los ámbitos de la vida: en nuestra vida en pareja o con un grupo de amigos, con la familia y por supuesto también en nuestro entorno laboral. A esto último es a lo que nosotros llamamos INERCIA ORGANIZACIONAL

Aunque las cosas en nuestra organización no funcionen de la forma adecuada, aunque las reuniones podrían mejorar en agilidad y los proyectos pudieran desarrollarse de una mejor forma…, Curiosamente nada cambia y nadie hace nada por cambiarlo.

Seguro que esto os suena también. Es la razón que explica que durante décadas no hayamos cambiado prácticamente nuestra forma de trabajar. Imaginad lo que esto puede suponer en un mundo en el que todo cambia de forma constante y cada vez más rápido. Quizás haya llegado el momento de hacer algo.

Javier Salcedo, miembro de K2K Emocionando y NER Group

Habla de la importancia de promover el cambio en las organizaciones en esta entrevista:

¿Pensáis que la gente no quiere cambiar? ¿Quizás que no quiere evolucionar hacia una nueva forma mejor de trabajar? Nosotros no. Creemos firmemente que simplemente nunca nos han contado cómo hacer este cambio. Y si nos lo han contado, no ha funcionado.

Por eso creemos que se abre ahora una gran oportunidad. De negocio para las organizaciones que tengan una clara actitud e intención de aprendizaje y evolución. Y profesional para las personas que quieran participar en este proceso como agentes de cambio.

Nosotros llamamos a estas personas #ChangeMakers y ya hemos empezado a crear un movimiento con alumnos, entrenadores y colaboradores en torno a ellos.

Un colectivo formado por personas que, viniendo de disciplinas y experiencias muy distintas, les une una cosa: la actitud y vocación por el cambio y el crecimiento de las personas y las organizaciones.

Queríamos acabar compartiendo algunos aprendizajes de nuestra primera edición de #ChangeMakers y de nuestra experiencia ayudando a organizaciones en procesos de cambio:

  1. El cambio viene de dentro de la organización. Dinamiza tu talento interno, créetelo y actúa. No esperes a que nadie de fuera venga con una fórmula mágica. Es tu responsabilidad y sólo tú puedes hacerlo.
  2. Busca el compromiso firme de todos los agentes involucrados y mantenlo a lo largo del proceso. Cuando falte este compromiso, para el proyecto. O tu esfuerzo será en balde.
  3. Crea un equipo multi-disciplinar que lidere el cambio. Elige bien a tu equipo y selecciona a personas con gran determinación, vocación de cambio y de crecimiento y con perfiles variados. La gestión del cambio ha dejado de ser un campo acotado a personas de Organización y RRHH.
  4. Mantén una actitud de crecimiento. El cambio no es fácil. Celebra los pequeños avances y aprende de los errores. Pero no desistas.
  5. No hay una solución ideal. Aprende día a día a través de ensayos y la experimentación.
  6. Entiende tu organización como un sistema vivo, dinámico y complejo. Dedica tiempo a entender los porqués de cada tensión antes de empezar y entiende que un sistema volverá a su punto de origen, por mucho que te duela, salvo que sus integrantes encuentren una nueva posición de equilibrio.
  7. Plantea soluciones creativas. Una organización plantea retos complejos. Utiliza procesos de resolución creativa de problemas para resolverlos.
  8. Última y la más importante: las personas lo son todo en un proceso de cambio. Olvida tus prejuicios y dedica tiempo a escuchar, entender, empatizar,  alinear y comprometer y a conseguir que lideren y se sientan parte de verdad en el cambio. Si no, perderás el tiempo.
Si quieres aprender y compartir más no dejes de unirte a nuestra comunidad de #ChangeMakers ni de apuntarte a nuestros siguientes programas de entrenamiento.

José Manuel Pérez Prado
Founder y CEO The Hero Camp

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